lunes, 7 de diciembre de 2009

La mujer inolvidable ~


¿Y si lo hubiera conocido antes? ¿Y si eso me evitaba tantos problemas? ¿Y si eso era un problema más?
Si supiera que cada parte de mí es suya. Si supiera que mis ojos sólo lo miran a él. Si entendiera que me duele el pecho cuando no lo puedo ver. Si supiera las veces que he llorado por eso. Si supiera las veces que he llorado por miedo a perderlo. Si supiera que cada cosa que hago, la hago pensando en él. Si supiera lo feliz que me hace. Si entendiera que vino a mi vida para cambiarla para siempre. Si comprendiera que ya no puedo vivir sin él. Si comprendiera todo esto que siento. Y si sintiera lo mismo que yo...

En uno de sus típicos ataques de inseguridad, Molly recordó un libro que había leído hace años: Rebecca, una mujer inolvidable. El mismo, relataba la historia de una joven que se casaba con un viudo. Dicha joven sabía que Rebecca, la esposa muerta del hombre, había sido para él la mujer de su vida, que él jamás la olvidaría, lo que colmaba a la protagonista de tristeza y confusión. Estaba obsesionada con Rebecca. Rebecca acá, Rebecca allá; y sentía que el hombre sólo la usaba para olvidarse de su esposa.
Pero a mí no se me van las esperanzas. En el final, la protagonista se entera que el viudo no se podía olvidar de Rebecca porque él había sido quien la había matado. Tan arrogante, egoísta y odiosa Rebecca. Y resulta que el pobre hombre asesino, amaba a nuestra pobre joven protagonista.
Una vez en una película, oí que decían "una mujer siempre se da cuenta cuando la besan pensando en otra"... o que te usan para olvidar.
Molly cree que anda en una de esas. Yo no. Yo sé que me amará como si el pasado no existiera, y tuviera el corazón a estrenar... ~

Abejas ♥

Se dio vuelta cuando alguien le gritó: "¡Jones! Bájese de su nube y póngase a trabajar", y lo miró confundida. Reaccionó adecuadamente, porque sólo se limitó a mirarle sus labios moverse e imaginarlos a penas rosándo los suyos. Era simplemente perfecto. Mas la vida nos enseñó tanto a ella como a mí, que las flores hermosas nos pueden sorprender con abejas adentro que nos piquen un dedo... Sí, un dedo. ~