jueves, 25 de agosto de 2016

Conclusiones Madrileñas

Disculpa. Necesito pedirte un favor. Despreciame. Ignorame. Recordame con odio. Olvidame. Maltratame. Enloqueceme. Enfermame. Volveme frágil. Destruime en mil pedazos. Hablá pestes de mi persona. Quebrá mi alma... Volverás hacia mí, como todos han vuelto, pero saborearé más aún el hacerte lo mismo que me has hecho. Porque yo, a diferencia de vos, hasta de las cenizas puedo reconstruirme y renacer. ~

Crecer

Sé que hablar de uno mismo a la gente le hace pensar: "oh,  qué egocéntrica!", y sé que mucha gente piensa eso de mí. Me da igual, ahí va:
Hace 5 años aproximadamente, yo era de esas personas que odiaban a los llamados "negros de alma" y decía barbaridades como que los subsidios hacían a la gente "más vaga". Hoy en día creo que no hay alma más oscura que aquella que no pueda ponerse en el lugar del otro; y pude ver que hay vagancia y poca cultura del trabajo y del esfuerzo hasta en las clases más altas.
Hace 5 años, era intolerante con el que pensaba distinto, no podía leer ni escuchar versiones distintas a mi propia versión. Hoy amo los debates constructivos, y hasta le he dado la razón finalmente a mas de uno. 
Hace 5 años atrás no toleraba que inmigrantes aprovecharan nuestras escuelas, universidades, hospitales, etc. Si bien sigo sosteniendo que sus países deberían hacerse cargo de su propia situación para que sus habitantes no tengan que emigrar, ellos llegan acá con ansias de trabajar,  de salir adelante. Creemos que no pagan impuestos, pero lo hacen ya pagando el primer alfajor que consumen al cruzar la frontera. Habla bien de nuestro país como fuente de trabajo, de salud y de educación (públicas, gratuitas y en muchos casos, de calidad). 
Hace 5 años, creía en algunos políticos. Hoy no creo en ninguno pero puedo apreciar cosas buenas que han hecho algunos,  y criticar lo se hizo mal o de forma insuficiente. 
Hace poco tiempo atrás, creía que aprovechar creaciones culturales de otros países era avalar sus imposiciones políticas y/o económicas. Y si bien la cultura,  en parte, va de la mano con estos dos aspectos, apreciarla no implica "sumisión".
Hace poco tiempo atrás, cuestiones como la inseguridad o la inflación (que igualmente debieran ser corregidas) hacían que odiara mi país; hacían que quisiera que fuera "más europeo". Viviendo en Europa aprendí que ese continente es el que debería ser "más latino", y que no hay nada más bello que mi Argentina que reúne una diversidad cultural admirable, y una geografía maravillosa (además de oportunidades para crecer). 
Hace años atrás, creía que una mujer que caía en la violencia de género era "una boluda que se dejaba". Haber vivido situaciones de violencia de género en carne propia, me hizo entender el mundo del violento y del violentado, y que hay mucha gente (sobre todo mujeres) que hablan desde el librito, desde lo que "está de moda decir",  pero no se ponen en la piel de nadie, ni tampoco comprenden. Entendí que mi objetivo está en contar mis historias a hombres y mujeres, para concientizar. 
Hace años atrás quería cambiar el mundo, el sistema, etc. Comprendí que el sistema necesita también de gente que lo quiera cambiar, para retroalimentarse. Es más fácil, más gratificante y más placentero tener como meta cambiar la realidad de un hermano o de una hermana que tenga al lado mío, que buscar cambiar algo que en la lucha te termina toxificando. Por eso elegí la docencia, la Iglesia, no tirar papeles en la calle, separar los residuos reciclables, donar sangre, o simplemente ayudar todos los días a mi familia y amigos.
Hasta ayer era quejosa, a veces un poquito envidiosa, a veces un poco egoísta y desagradecida. Me parece que es hora de ver lo hermoso que Dios nos dio, aceptar los desafíos, tolerar al otro, y sobre todo DAR GRACIAS a que no somos iguales a ayer y crecimos.


viernes, 22 de mayo de 2015

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Pobre. Después de dar 92 hrs. de clases seguidas, de estudiar un día entero, de cantar Madonna en la iglesia pensando que había un coro gospel detrás de ella, de comerse una Angus Tasty Deluxe, de verla por Viamonte y Uriburu gritando "país mediocre copia pirata de Europa, no le llegas ni a los talones!!! Gooooool de Argentina!!!", de imitar a Thalia en la Bristol, y de pasar 17 hrs. Stalkeando al chico que le gusta, podemos confirmar que la señorita sufre de una esquizofrenia con tendencia narcisista y sufre de lo que se conoce como el síndrome de "pi por radio al cuadrado es igual a cuello duro y agua oxigenada en la cabeza" ~

domingo, 15 de marzo de 2015

Calles ~


Y cuántas calles de Buenos Aires nunca recorreré. 
Porque quizás he caminado cientas o doscientas. Las he vivido muchas con la sangre y con la piel, dejándolo todo, mientras otras sólo fueron parte del camino a las anteriores. Fotografías mentales; esas calles me dieron los mejores regalos que se pueden dar. Las calles me enseñaron más que un maestro.
Dejo mis pasos por las calles porteñas, y escucho q
ue agradecen mi pasar. Porque el paso de cada ser vivo les da vida. ¿Pero a cuántas calles nunca les daré vida?
Sé que están aquellas que me pertenecen, que son mías. Pero más poderosas son aquellas a las que yo les pertenezco. ¿A cuántas calles de Buenos Aires nunca perteneceré?

Porque nuestro Buenos Aires querido las tiene para todos los gustos: antiguas, modernas, ricas, pobres, coloridas, europeas, con árboles, con Sol, con Luna, con vista al Río de la Plata, con vista al Riachuelo, con vista a los lagos de Palermo, con tiendas caras o baratas, con casas, con edificios, con oficinas, con hospitales con excelentes profesionales, con escuelas y alumnos de secundaria gritando por las calles, con universidades y universitarios, con cines, museos y teatros, con luces, con restaurantes y cafés, con casinos, con boliches y pubs, con excelente atención, con acceso al transporte público, con colectiveros malhumorados, con pasajeros insoportables, con paz y alejadas de todo, limpias, sucias, con baches, con chicos jugando a la pelota, con mujeres muy arregladas, con ejecutivos hablando por celular, con piquetes, con vista a alguna cancha de fútbol, con vista al Obelisco, con músicos o artistas callejeros, con vagabundos, con borrachos, con propuestas de casamiento, con despedidas de soltero, con graduados llenos de engrudo en el pelo, con niños con guardapolvo, con abuelitas barriendo la vereda en batón, con las chusmas del barrio, con diarieros que siempre saben dónde para cada colectivo, con extranjeros, con ladrones, con policías, con tráfico, con malos conductores, con taxistas dispuestos a hablar de cualquier cosa, con el 60, con hombres con la camiseta de su equipo de fútbol, con el bar de la esquina y hombres discutiendo sobre fútbol o política, con iglesias de todas las religiones posibles, con supermercados e inflación, con mujeres quejándose de la humedad por su cabello, con ancianos quejándose de la humedad por los huesos, con personas quejándose de la humedad y de todo lo que puedan quejarse, con prostitutas, con peluquerías, con la farmacia de confianza, con hombres lavando el auto, con lluvia, con olor a pasto recién cortado, con olor a algo repugnante que no sabría describir, con plazas, con parques, con juegos y madres con miedo a que sus hijos se rompan la cabeza cayéndose del tobogán, con mujeres tomando Sol, con perros, con gatos, con palomas, con bicicletas, patines y barriletes, con puestitos de chopipán, con el pochoclero, con las parrillitas o pizzerías baratas, con los bodegones, con heladerías de más de 50 gustos de helado, con fuentes, con monumentos, con gente que habla gritando, con reencuentros, con besos con gusto a dulce de leche, con llantos con sabor a Tango, con sonrisas...

Y pareciera que conozco todas las calles de Buenos Aires... ¿Pero cuántas calles porteñas nunca recorreré? Seguramente más de las que recorrí, pero aquellas que recorrí quedarán guardadas en mi memoria como fotografías. ~

viernes, 14 de noviembre de 2014

Un re "coñazo" ♥

Iba tachando los días. Y ya la meta significaba felicidad porque ya se había liberado de lo que la oprimía. La angustia, el dolor, el miedo y el proceso de separación habían concluido y sólo restaba esperar, y seguir tachando los días.
...
Llegó el momento de aventurarse a lo desconocido. "Quien no arriesgar no gana". Embarcarse al Viejo Mundo implicaba la búsqueda de un tesoro (o de varios) que ni ella comprendía.
Saludar, despedirse y llorar, tanto de tristeza como de alegría.
Esa enseñanza, esas anécdotas y esos amigos. ¿Qué tesoros más bellos pueden existir, souvenires de un viaje? La soledad lleva a encontrarse con uno mismo para crecer y conocer a las personas indicadas.
Y ahí estaba él. Aquello que las cartitas del Tarot prometían cual contrato. Fue inocencia y fue destino. Hablar en el momento y lugar indicados. ¿Por qué? Porque Dios lo quiso así. ¿Para qué? Para salvarla. ¿Cómo? Como compañero en un tramo de viaje.

Y a veces quienes más nos quieren no son precisamente las personas más cercanas a uno. A veces uno busca el amor y la aprobación de gente que sólo nos regala indiferencia. Basta con abrir los ojos (o cerrarlos y simplemente oír qué nos quiere decir el viento, tal vez) y observar quiénes estuvieron, quiénes están y decidieron permanecer con nosotros, apoyándonos, ayudándonos, y quiénes sólo nos usan como fichas de su propio tablero.

Y ahí estaba él. ¿Por qué? Porque él lo quiso. ¿Para qué? Para salvarla. ¿Cómo? Como un amigo a la distancia.

"Y si es él? ¿Y si lo intento? ¿Y si me lo permito? ¿Y si aún no estoy lista para qué alguien me quiera de verdad?"
Quién no arriesga... y ella apostó todo a una corazonada. Su vida que ella amaba tener ordenada y planificada se estaba desmoronando de a poco, y la decisión impulsiva venía a levantar La Torre del Tarot. Volvió a tener entusiasmo en su vocación, en su arte, en sus quehaceres diarios, en su trabajo e intelecto. Sólo restaba tachar nuevos días.

Otra despedida (ahora más fría que la anterior, aunque más cálida en amor). Y los problemas y nervios quedaron en Sudamérica.

"No sos perfecta, pero hoy intenta serlo lo más posible" se decía a ella misma en el tren hacia su destino final. Paisaje, música, sueños.. "Cuántos sueños cumplidos que acumulás, querida!!" Se decía a ella misma: su autoconfianza resurgía de las cenizas. ¿Iremos al encuentro de otro sueño más?
El tren frenó y llegó la hora de bajar e ir al encuentro. Y ahí estaba él... La alineación de los planetas, la paz mundial, la tierra prometida...
Y porque uno nace ya con su amor eterno destinado, y es increíble que Dios y el destino los eligieran a ellos como compañeros mutuos de camino eterno, habiendo nacido en latitudes tan distantes.

El hogar de uno está donde están las personas que nos aman, y ella se sentía dueña de dos continentes. No hay distancia ni océano que quiebre lo que ellos sienten. El mundo entero es para ellos.

"Donde estés vos, yo voy a estar. Te seguiré sin que te des cuenta, como la sombra. Porque la luz será más bella, pero la sombra es más fiel. Esperame y no te olvidés de mi amor".

domingo, 8 de junio de 2014

:)

Y ya se sentía lista para volver a amar. Y ya no le molestaba gustarle a alguien. Y tenía ganas de besar. Y pudo abrir su corazón. Y ya no le importaba el pasado. Y volvió a sentirse bella. Y ya no tenía miedo de sonreír. Y el corazón volvió a latir. Y los planetas se alinearon. Y se sintió libre para escribir. Y pudo irradiar luz. ~

"Se escapó de una cárcel de amor, de un delirio de alcohol, de mil noches en vela...
Se dejó el corazón en Madrid, quien supiera reír..."

miércoles, 7 de mayo de 2014

Dieciséis de Enero
























Amiga Flor: hoy cumplirías 23 años.. A veces pienso cómo sería la vida si estuvieras acá físicamente: seguirían muestras hermosas meriendas de Coca-cola y decenas de Oreos, mirando revistas Tkm y matándonos de risa. Vos estarías estudiando medicina como querías, y yo estaría contándote anécdotas de mi trabajo, matándonos de risa. Porque eso es lo que más recuerdo: tu hermosa sonrisa. Por eso no quise despedirte por última vez, porque no te iba a ver sonreír..

Ahora no estás lejos.. hace 5 años y medio atrás no te fuiste, te quedaste conmigo para cuidarme y ser mi angelito. Lo único que lamento es no poder verte reír, aunque sé que te reís conmigo y me abrazás cuando estoy mal.
Sin darnos cuenta fuiste una de mis primeras alumnas, pero vos me enseñaste mucho más de lo que yo a vos. Me enseñaste a defenderte, a que a veces la vida nos pone pruebas horribles y crueles, y que cuando un ser querido parte, no parte, sino que se transforma..
Te lloré en el silencio y mucho, pero más te reí por todo lo bueno que viviste y porque yo pude ser parte de eso.
Gracias por dejarme estar con vos siempre, por cuidarme, por los momentos y anécdotas vividos, y por 18 años de amistad que aún sigo contando porque vos ESTÁS!
Espero que tu encuentro con Dios haya sido hermoso y lleno de la paz y de la salud que necesitabas, y algún día cuando nos encontremos, espero que me recibas con una sonrisa enorme.
Feliz cumpleaños y te quiero mucho amiga! Y no te digo "estés donde estés" porque sé que estás al lado mío ♥