Ésta soy yo...
con mis virtudes
y mis defectos...
Saben, a pesar de todo,
nunca me he sentido sola.
Será porque ella estaba siempre a mi lado
con la palabra justa en su boca.
Grande por fuera, pequeña por dentro
y pequeña por fuera, grande por dentro,
las dos supimos marcar nuestro rumbo
nos hundimos al encuentro.
Él me ofendió la noche anterior
y no supe responder; lloré hasta el agotamiento.
Me dejé caer, sintiéndome poca cosa
pero ella estuvo ahí, ayudándome a expresar mi sentimiento.
Era la vos de mi conciencia,
yo era su apoyo.
Y sé que ella sin mí, tampoco era nada;
juntas, nos complementábamos.
Hacíamos música:
podríamos decir que el mundo escuchó
una canción que nunca se inventó
porque teníamos miedo a mostrarnos
Sí, nos daba vergüenza
más que nada
expresar nuestros sentimientos;
miedo... ¡ A quedar como taradas !
El precio de amar con locura
lo pagaste vos, dulzura
que un viernes, yo, enloquecida,
te arranqué de un tirón la cuarta cuerda...
Guitarra, gracias por estar siempre:
por ser la que me escucha, la que me entiende
la que me dice que nunca me rinda,
que le vea el lado bueno al triste tema...
y la que me enseña que cada problema
tiene solución
que es una canción
desde lo más profundo del corazón...
con mis virtudes
y mis defectos...
Saben, a pesar de todo,
nunca me he sentido sola.
Será porque ella estaba siempre a mi lado
con la palabra justa en su boca.
Grande por fuera, pequeña por dentro
y pequeña por fuera, grande por dentro,
las dos supimos marcar nuestro rumbo
nos hundimos al encuentro.
Él me ofendió la noche anterior
y no supe responder; lloré hasta el agotamiento.
Me dejé caer, sintiéndome poca cosa
pero ella estuvo ahí, ayudándome a expresar mi sentimiento.
Era la vos de mi conciencia,
yo era su apoyo.
Y sé que ella sin mí, tampoco era nada;
juntas, nos complementábamos.
Hacíamos música:
podríamos decir que el mundo escuchó
una canción que nunca se inventó
porque teníamos miedo a mostrarnos
Sí, nos daba vergüenza
más que nada
expresar nuestros sentimientos;
miedo... ¡ A quedar como taradas !
El precio de amar con locura
lo pagaste vos, dulzura
que un viernes, yo, enloquecida,
te arranqué de un tirón la cuarta cuerda...
Guitarra, gracias por estar siempre:
por ser la que me escucha, la que me entiende
la que me dice que nunca me rinda,
que le vea el lado bueno al triste tema...
y la que me enseña que cada problema
tiene solución
que es una canción
desde lo más profundo del corazón...
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