Esperaba el último tren
y de repente vi todo gris y negro:
dudas e insertidumbre,
sentadas en el mismo banco que yo.
Dios me prometía el cielo,
el diablo un corazón.
Tenía que elegir entre hacer el amor
o vivir como alguien normal...
Elegí la próxima estación...
che, lo tenés re lindo al blog!
ResponderEliminarme gustó, y lo que subís también
un beso agus