sábado, 6 de junio de 2009

Onomatopeya del ruido del tren





















Esperaba el último tren

y de repente vi todo gris y negro:
dudas e insertidumbre,
sentadas en el mismo banco que yo.
Dios me prometía el cielo,
el diablo un corazón.

Tenía que elegir entre hacer el amor

o vivir como alguien normal...


Elegí la próxima estación...

1 comentario:

  1. che, lo tenés re lindo al blog!
    me gustó, y lo que subís también

    un beso agus

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